Estornudos muy seguidos y matinales, signo de rinitis alrgica

Tras las previsiones de alergia en Espaa, elaboradaspor la Sociedad Espaola de Alergologa e Inmunologa (Seaic), todo parece indicar que esta primavera ser peor que la anterior para los alrgicos. El ambiente seco de los ltimos meses y la contaminacin propia de las grandes ciudades que no deja de aumentar estn haciendo que muchos alrgicos

Tras las previsiones de alergia en España, elaboradas por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (Seaic), todo parece indicar que esta primavera será peor que la anterior para los alérgicos. El ambiente seco de los últimos meses y la contaminación propia de las grandes ciudades que no deja de aumentar están haciendo que muchos alérgicos no puedan salir de casa sin sus pañuelos o antihistamínicos para mitigar los síntomas de la rinitis alérgica.

Según los expertos consultados por CuídatePlus, cada vez hay más casos de pacientes con esta patología, muchos de ellos sin diagnosticar y, por tanto, sin tratar. “Es cierto que en los últimos años estamos viendo un aumento de la prevalencia de las enfermedades alérgicas en general, y entre ellas, de la rinitis alérgica, especialmente en los países industrializados”, indica Teresa Dordal, de la Unidad de Alergología del Hospital Universitario de Bellvitge (Hospitalet de Llobregat) y miembro del comité de rinoconjuntivitis de la Seaic.

Actualmente, “es el principal motivo de consulta en los Servicios de Alergología, según el estudio Alergológica 2015”, recuerda Beatriz Rodríguez Jiménez, jefa de Sección de Alergología del Hospital de Getafe, en Madrid. Aunque existen diferentes teorías “esta situación básicamente se debe a factores ambientales y factores genéticos”.  

Según Dordal, “la hipótesis más aceptada en la actualidad postula que nuestro estilo de vida favorece una menor exposición a ciertos microorganismos así como a moléculas y sustancias diversas (ambientales, alimentarias, etc.), que normalmente estimularían el sistema inmune educándolo adecuadamente para aprender respuestas de tolerancia”. Esta menor estimulación “es lo que contribuiría al desarrollo, en individuos genéticamente predispuestos, de una respuesta inmunológica desregulada que conduciría a la aparición de la alergia”.

La realidad es que nadie está libre de padecer rinitis alérgica ya que, como señala la experta de la Seaic: “Cualquier persona genéticamente predispuesta puede desarrollar en uno u otro momento de su vida una repuesta alérgica”. De hecho, los hijos de padres alérgicos “tienen más probabilidades de desarrollar una alergia que la población general” así como “en pacientes con familiar de atopia y en aquellos que viven en zonas con mayor índice de contaminación y en los que están expuestos al humo”, destaca Rodríguez Jiménez.

Confirmado, es alérgica

La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal que se caracteriza por la presencia de “estornudos, picor nasal, rinorrea y obstrucción”, describe Rodríguez Jiménez, y existen dos tipos: alérgica y no alérgica.

Al tener síntomas comunes pueden confundirse, por eso hay que fijarse en algo muy sencillo, los estornudos. “Estos son muy característicos sobre todo en la alérgica, en la que se producen por la mañana y son muy seguidos”, indica Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del Centro Médico Teknon, en Barcelona.

Este signo, normalmente, se acompaña con “prurito nasal, mucosidad nasal acuosa y obstrucción nasal”, añade Dordal, “síntomas aparecen a lo largo de dos o más días consecutivos y durante más de una hora la mayoría de los días”. De hecho, según indica Coromina “el máximo efecto de los síntomas empieza a ser plausible a partir del quinto día”.

“Muchas veces la rinitis alérgica se acompaña de molestias oculares como picor, escozor, lagrimeo y enrojecimiento (conjuntivitis alérgica)”. También es importante tener en cuenta que “hasta un 40 por ciento de los pacientes con rinitis alérgica presentan síntomas de asma, de diferente intensidad”, advierte Dordal.

¿Cómo sé que no es un resfriado?

Obstrucción, mucosidad, lagrimeo, enrojecimiento… son síntomas que podrían ser propios de un simple resfriado. ¿Cómo lo diferenciamos? Dordal recuerda que “la rinitis alérgica se diferencia del resfriado común en que éste tiene una duración de 5-10 días y que suele evolucionar con dolor de garganta, mucosidad espesa, dolor de cabeza e incluso fiebre, síntomas que, por el contrario, no son propios de la rinitis alérgica”.

Otra característica es que es un trastorno poco frecuente en niños. Si aparece “suele diagnosticarse a partir de los 5 o 6 años de edad y no antes”, apunta Coromina. Es más, “cada vez se diagnostica más en edades avanzadas de la vida”, según Dordal.

Los síntomas pueden presentarse de forma perenne, es decir, “con síntomas presentes en mayor o menor medida en cualquier época del año, o de forma estacional coincidiendo con la polinización de una especie vegetal concreta, estando el paciente asintomático el resto del año”, según la experta de la Seaic.

Además, añade la especialista, “también puede presentarse intermitentemente cuando el paciente se expone de manera ocasional a un alérgeno frente al cual está sensibilizado (por ejemplo, a epitelios de animales no presentes en su entorno habitual, o a alérgenos ocupacionales)”.

Por este motivo, uno de los tratamientos o medidas preventivas de este tipo de rinitis es evitar la exposición al alérgeno, siempre que se puede y se sepa. Y es que, según Coromina, uno de los errores más típicos en las alergias es que se descarte por que el paciente no muestra reacción en las pruebasrealizadas para su diagnóstico.

“Para confirmar que un paciente es alérgico se somete a una prueba en la que, a través de pinchazos en el brazo con pequeñas dosis de las sustancias más alérgenas, sobre todo polen, gramíneas, pelo de gato, polvo, ácaros, se descarta que sea o no alérgico…”, informa Coromina. El problema es que, si salen las pruebas negativas, en muchos casos, “se descarta que el paciente sea alérgico cuando esto no es así ya que se puede alérgico a cualquier cosa”.

¿Merece la pena vacunarse?

El tratamiento de la rinitias alégica, tal y como informan las fuentes, se centra, fundamentalmente en la evitación del alérgeno, el tratamiento farmacológico y la educación del paciente, aunque también se podría optar por la inmunoterapia o vacuna antialérgica.  

El tratamiento médico consiste en “combinar fármacos antiinflamatorios y antihistamínicos en función del tipo, intensidad y frecuencia de los síntomas”, explica Dordal. En general, “los sprays nasales con acción antiinflamatoria deben administrarse de manera continuada durante varios días para que sean realmente eficaces y se consideran la primera línea de tratamiento en los casos de rinitis alérgica moderada-grave y/o con síntomas persistentes”.

Por otro lado, los antihistamínicos “son útiles para reducir el prurito, los estornudos, la mucosidad y el lagrimeo”.

En el caso de la inmunoterapia específica o vacuna para la alergia, “ésta consiste en administrar periódicamente cantidades progresivamente crecientes de un extracto que contiene los alérgenos clínicamente relevantes para aquel paciente”, señala la experta de la Seaic.

Según Rodríguez Jiménez “es el único tratamiento que ha demostrado que cambia el curso de la enfermedad”, aunque hay que tener paciencia ya que, tal y como indica la experta del Hospital de Getafe, “la duración del tratamiento es de entre 3 y 5 años”. Aunque parece la solución idónea para los alérgicos, hay que saber que “no es eficaz en todos los pacientes”.

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